lunes, 12 de diciembre de 2011

TRATAMIENTO QUERATOSIS ACTÍNICA

La queratosis actínica puede ser la primera etapa en el desarrollo de un cáncer de piel y, por consiguiente, se la considera una condición precancerosa.
Conocida como queratosis solar, se manifiesta como un pequeño bulto con escamas o con costra en la superficie de la piel. La base puede ser clara u oscura, de color marrón, rosado o rojo, o una combinación de ellos, o bien del mismo color que la piel. La escama o costra es dura, seca y áspera y se detecta más fácilmente al tacto que a la vista, palpando una superficie rugosa. En ocasiones, produce una sensación de punzadas o de sensibilidad aumentada.
La queratosis actínica evoluciona lentamente, durante años, y suele aparecer en la cara, las orejas, cuero cabelludo, el cuello, dorso de las manos y de los antebrazos, y en los labios. Su aspecto es plano en la piel de la cabeza y del cuello, y un poco abultado en los brazos y las manos. A menudo, la persona presenta más de una lesión de queratosis actínica. Las lesiones no suelen poner a riesgo la vida si se las detecta y trata en las primeras etapas.
La exposición al sol es una de las principales causas de queratosis actínicas. El daño que provoca el sol en la piel es acumulativo, de modo que la más breve exposición se suma a todas las que se experimenten en la vida desde la infancia.
Solaraze® (diclofenaco sódico combinado con ácido hialurónico), es una formulación específica en forma de gel que contiene diclofenaco sódico al 3% con ácido hialurónico como vehiculizante, con un mecanismo de acción múltiple que ayuda al sistema de defensa de la piel a destruir las células dañadas, contribuyendo así a que las células sanas las reemplacen.
Por su eficacia clínica demostrada, su buen perfil de seguridad y tolerabilidad además de su forma fácil de aplicación (directamente sobre la piel dos veces al día, durante 90 días), Solaraze® facilita el cumplimiento del tratamiento por parte del paciente.

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