Los síntomas visibles en las palmeras afectadas no suelen aparecer hasta varios meses después de la colonización y, entonces, la infestación está tan avanzada que es difícil erradicarla. Aún así, algunos síntomas pueden observarse en las hojas jóvenes centrales poco desarrolladas con parte de los foliolos comidos y aspecto decaído. Además, las hojas afectadas amarillean, se marchitan y desprenden con facilidad. Cuando los daños afectan a la yema apical de la palmera, único punto de crecimiento, se produce la muerte del ejemplar.
Las palmeras se tratán siguiendo un calendario de aplicaciones continuado y se utilizarán productos autorizados por el Ministerio de Agricultura y Pesca para tal fin. Uno de estos productos es "Palmanem", de la empresa Koppert, que es producto biológico eficaz que no contamina, es respetuoso con el medio ambiente y seguro en las aplicaciones no generando ningún tipo de peligro para el hombre, las plantas ni otros animales.
En concreto, de octubre a mayo, y cada dos meses aproximadamente, se realizarán aplicaciones mediante baño al cogollo de la palmera con "Palmanem" y, de junio a septiembre, se realizarán aplicaciones mediante baño con producto químico autorizado (Imidacloprid 20%). Desde el Ayuntamiento de El Ejido señalan que «estos métodos integrados consiguen eficacias del 100% cuando se sigue un protocolo de aplicaciones continuado», según revelan los diferentes estudios realizados por los centros IFAPA de La Mojonera. Al emplear el control integrado en la lucha contra estos focos, se limita hasta el mínimo el uso de plaguicidas químicos, lo que supone un menor riesgo para la salud y permite evitar la aparición de resistencias a insecticidas por parte del picudo rojo.
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