Los científicos del subprograma Cultivos Acuícolas del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) Alicia Estévez y Karl Andree, en colaboración con Daniel García e Ian Johnston del Laboratorio de Fisiología y Genómica Evolucionaria de la Universidad escocesa de St. Andrews, han conseguido secuenciar por primera vez el transcriptoma del músculo de la dorada (Sparus aurata). Este avance, ayudará "en la mejora genética y cría comercial de una de las especies de producción en acuicultura del Mediterráneo", destaca el IRTA.
El transcriptoma es el conjunto de todas las moléculas que forman el ácido ribonucleico mensajero (ARNm), responsable de codificar la información genética contenida en el ADN necesaria para producir los diferentes tipos celulares que componen un organismo adulto. A diferencia del genoma, que reúne todo el material genético común a cada una de las células, el transcriptoma contiene la información de aquellos genes que se expresan de forma activa en función de las condiciones ambientales externas, lo que da lugar a las proteínas que confieren a las células su carácter individual (proteoma). En el ámbito de la investigación animal, "su identificación es clave para la comprensión de las bases genéticas y moleculares de los ejemplares criados en explotaciones de producción intensiva, ya que permite mejorar factores relacionados con el crecimiento del animal", explica el instituto de investigación adscrito al Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña.
La secuenciación del transcriptoma del músculo de la dorada "representa un avance importante en la información genética hasta ahora disponible sobre este pez", asegura el IRTA. En particular, la investigación ha permitido identificar factores de transcripción (genes que se activan para producir proteínas celulares), moléculas de señalización (que modulan la expresión de los genes) y proteínas estructurales necesarias para el desarrollo (miogénesis) y crecimiento del tejido muscular del animal.
Para ello, los científicos han comparado el transcriptoma del músculo de ejemplares adultos (con un peso de 2 kg) y de juveniles (90 g), bajo distintas condiciones nutricionales. Esto ha permitido establecer que el estado fisiológico de la dorada afecta de manera directa la expresión de sus genes, por lo que ésta dependerá del estado nutricional y de la edad del animal. A través de este estudio, "hemos podido secuenciar varios miles de genes, que ayudarán a entender mejor la biología de la dorada y, en particular, el desarrollo de su tejido muscular esquelético" señaló la doctora del IRTA Alicia Estévez.
Los resultados de la investigación, obtenidos en el marco del proyecto europeo LifeCycle del Séptimo Programa Marco, abren nuevas vías a la implementación de programas de mejora genética para cultivos acuícolas, a fin de conseguir un producto final de mayor calidad que el actual. "Pese a que esta práctica está ampliamente difundida en el ámbito de la ganadería, es la primera vez que se detectan dichos marcadores genéticos para la selección de peces", apuntó Estévez.
La reproducción del transcriptoma ha permitido identificar grupos de microsatélites (secuencias variables de ADN) y así establecer la relación entre las variables genéticas y los caracteres de interés comercial para la producción de esta especie en instalaciones de acuicultura. Por esa razón, tal como ocurre en las explotaciones intensivas de producción porcina, avícola y bovina entre otras, "el hallazgo permitirá seleccionar ejemplares de dorada con mayor crecimiento, mejor textura de la carne y menor grasa intramuscular, lo que supone mejoras evidentes para el sector acuícola", destaca el IRTA.
El transcriptoma es el conjunto de todas las moléculas que forman el ácido ribonucleico mensajero (ARNm), responsable de codificar la información genética contenida en el ADN necesaria para producir los diferentes tipos celulares que componen un organismo adulto. A diferencia del genoma, que reúne todo el material genético común a cada una de las células, el transcriptoma contiene la información de aquellos genes que se expresan de forma activa en función de las condiciones ambientales externas, lo que da lugar a las proteínas que confieren a las células su carácter individual (proteoma). En el ámbito de la investigación animal, "su identificación es clave para la comprensión de las bases genéticas y moleculares de los ejemplares criados en explotaciones de producción intensiva, ya que permite mejorar factores relacionados con el crecimiento del animal", explica el instituto de investigación adscrito al Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña.
La secuenciación del transcriptoma del músculo de la dorada "representa un avance importante en la información genética hasta ahora disponible sobre este pez", asegura el IRTA. En particular, la investigación ha permitido identificar factores de transcripción (genes que se activan para producir proteínas celulares), moléculas de señalización (que modulan la expresión de los genes) y proteínas estructurales necesarias para el desarrollo (miogénesis) y crecimiento del tejido muscular del animal.
Para ello, los científicos han comparado el transcriptoma del músculo de ejemplares adultos (con un peso de 2 kg) y de juveniles (90 g), bajo distintas condiciones nutricionales. Esto ha permitido establecer que el estado fisiológico de la dorada afecta de manera directa la expresión de sus genes, por lo que ésta dependerá del estado nutricional y de la edad del animal. A través de este estudio, "hemos podido secuenciar varios miles de genes, que ayudarán a entender mejor la biología de la dorada y, en particular, el desarrollo de su tejido muscular esquelético" señaló la doctora del IRTA Alicia Estévez.
Los resultados de la investigación, obtenidos en el marco del proyecto europeo LifeCycle del Séptimo Programa Marco, abren nuevas vías a la implementación de programas de mejora genética para cultivos acuícolas, a fin de conseguir un producto final de mayor calidad que el actual. "Pese a que esta práctica está ampliamente difundida en el ámbito de la ganadería, es la primera vez que se detectan dichos marcadores genéticos para la selección de peces", apuntó Estévez.
La reproducción del transcriptoma ha permitido identificar grupos de microsatélites (secuencias variables de ADN) y así establecer la relación entre las variables genéticas y los caracteres de interés comercial para la producción de esta especie en instalaciones de acuicultura. Por esa razón, tal como ocurre en las explotaciones intensivas de producción porcina, avícola y bovina entre otras, "el hallazgo permitirá seleccionar ejemplares de dorada con mayor crecimiento, mejor textura de la carne y menor grasa intramuscular, lo que supone mejoras evidentes para el sector acuícola", destaca el IRTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario