Los cachorros muy pequeños necesitan que sus madres los estimulen para orinar y defecar. Luego pueden hacer sus necesidades solos pero tardan un tiempo en aprender a controlar sus esfinteres. Cuando ya no necesitan a su madre es el momento de enseñarles a hacer sus necesidades en un lugar concreto. No debemos olvidar que un cachorro aprende despacio y tarda un poco en asimilar todo lo que se le dice, por lo que tenemos que tener especial paciencia con él. Aunque debemos enseñarle desde el principio cuales son las normas y lo principal es que no le demos ordenes contradictorias. Para ello lo primero que tenemos que hacer es elegir el lugar adecuado para que lo haga, una vez elegido, no podremos cambiar de idea. Si lo hacemos vamos a confundir al cachorro. Busca un lugar accesible para el cachorro y fácilmente higienizable. Es aconsejable que este cerca de la salida de la casa. En ese lugar colocamos unos periódicos o un empapador o una bandeja higiénica de adiestramiento.
La bandeja se puede comprar o se puede emplear una tapadera de una caja de ordenación. La comercial tiene varios tamaños, no resbala y viene con empapadores.
Cada vez que lo veamos orinar lo arrastramos suavemente hacia el lugar elegido. El cachorro hará sus necesidades cada vez que se despierte y después de cada comida. Podemos inducirle a que lo haga por ejemplo, cuando nos despertamos por la mañana. Para ello a esa hora lo llevamos hasta donde tiene que hacer pis y permanecemos allí con él cinco minutos. También podemos repetir la operación después de comer, por la tarde y a última hora. Así iras organizando sus horarios y los tuyos.
Cuando notes que lo está haciendo donde no debe, le dices con voz tajante ¡NO! Y lo llevas fuera o donde está la bandeja. De este modo aprenderá que eso esta mal.
Si por el contrario, quieres enseñarle a hacer pis directamente fuera de tu casa, es casi lo mismo, cuando notemos que quiere hacer sus necesidades, lo acompañamos afuera y nos quedamos un rato hasta que lo haga. En ese momento le hablamos suavemente, para que note que a su dueño le agrada lo que está haciendo y dónde lo está haciendo. Existen spray indicadores para estimular al perro a orinar en un lugar concreto, pero puede usarse una servilleta impregnada en orina para marcar el lugar exterior. Normalmente el propio olor a orina de los perros que han marcado la calle lo ayudaran.
Verás que con paciencia y constancia, tu perro aprenderá e irá incorporando este hábito para toda su vida.
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