Fuente ABC, 03/05/2012.
Bastaría con unas pocas mutaciones en el virus de la gripe aviar H5N1 para que pudiera transmitirse entre los mamíferos. Estos resultados, obtenidos por el equipo de Yoshihiro Kawaoka, de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.) y la Tokio (Japón), y finalmente publicados en Nature, enfatizan la necesidad de prepararse ante una posible pandemia causada por los virus de la gripe aviar H5, así como de potenciar la vigilancia epidemiológica en las zonas en las que circulen los virus H5N1 con el fin de poder estar preparado ante una posible transmisión entre mamíferos.
El debate sobre la conveniencia de publicar o no dos estudios sobre la capacidad infectiva del virus de la gripe aviar comenzó el pasado mes de noviembre. El anuncio de que se iban a publicar dos ensayos que mostraban cómo el virus de la gripe aviar H5N1 podría llegar a ser transmisible en los mamíferos causó una cisma entre la comunidad científica y, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Consejo Nacional Asesor de Ciencia para la Bioseguridad EE.UU. solicitaron una moratoria en la publicación de los resultados en Science y Nature.
El dilema enfrentó a algunos expertos en enfermedades infecciosas y a investigadores en salud pública que argumentaron que la publicación no sólo era importante, sino también esencial para la vigilancia de la gripe y para poder preparase ante un virus que podría evolucionar para infectar a los seres humanos y causar una pandemia mundial.
Por fin, en el trabajo de Kawaoka que publica hoy Nature se explica que «unas mutaciones en unos pocos aminoácidos son suficientes para que un virus aviar H5 con una hemaglutinina puede adquirir la capacidad de transmitirse entre mamíferos». En concreto, el trabajo muestra que algunos virus que circulan hoy en la naturaleza requieren sólo de cuatro mutaciones en la proteína hemaglutinina, que se encuentra en la superficie del virus y permite unirse a las células huésped, para convertirse en una amenaza aún mayor para la salud humana. De hecho, ya se ha detectado un subconjunto de estas mutaciones identificadas en algunos virus que circulan en aves de corral en Egipto y en partes del sudeste asiático, lo que subraya la urgencia de la ciencia basada en la vigilancia.
Según explica el propio Yoshihiro Kawaoka, «este estudio posee importantes beneficios en términos de salud pública y contribuye a una mejor comprensión de este agente patógeno. Al poder identificar las mutaciones que facilitan la transmisión entre los mamíferos, aquellas personas que se encargan de vigilar los virus que circulan en la naturaleza pueden buscar dichas mutaciones y, así, adoptar medidas preventivas con mayor celeridad».
Sin embargo, Kawaoka advierte que puede haber otras mutaciones desconocidas que también permitirían que el virus se transmitiera a los mamíferos. Por ello es fundamental, sostiene, continuar la investigación para identificar las mutaciones adicionales que tendrían el mismo efecto y para entender cómo funcionan.
En el informe de Kawaoka también se describe que la posibilidad de que se produzcan estas mutaciones de forma natural es mucho mayor de lo que muchos expertos creían.
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