La primera excursión que los wendolitos hicieron al exterior de la gatera fue un viaje en brazos hasta el rascador. Solo conocían su cuna. Siempre habían estado protegidos por los altos muros de su corral. La valentía y la curiosidad escasean en esta familia. Así que lo que pretendía ser una experiencia enriquecedora y divertida acabo siendo una tarde de pánico y llanto para los pequeños y para mamá Miniwen.
Como el rascador tiene un refugio los transporte uno a uno con mucho cuidado hasta él. Papagato Abelyn se quedo cuidando del primero que lleve. Y como la casa es pequeña en poco tiempo el rascador se lleno de gatitos que gritaban "¡¡¡¡¡MAMAAAAAAAA!!!!!". Miniwen es de esas madres modernas que dudan de todo y que te llaman histéricas cuando oyen que uno de sus criajos se esta quejando. Nunca los trasladó cogiéndolos con la boca, siempre me tocaba a mi ponerlos donde ella quería.
Cuando Miniwen vio a sus pequeños fuera del corral se agobio totalmente como si ya nada los pudiera contener. No sabía como reunirlos, no sabia como llamarlos, no sabía como cogerlos...
Pero Abelyn que es el mejor padre que un gato puede tener, con toda confianza trato de calmarlos y les dio su primera lección de "uso de rascador".
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