- Evitar el alojamiento en grupo durante el período de implantación, ya que la tasa de concepción se puede reducir en un 5%.
- Las cerdas jóvenes tienen menor tamaño que las adultas por lo que sufren muchas más agresiones. Conviene alojar grupos de tamaño homogéneos.
- Las cerdas que han parido una vez se suelen mezclar con las cerdas adultas, sin embargo, su tamaño sigue siendo un 75% menor. Es más recomendable alojar las cerdas que han parido una vez, con las que todavía no han parido, en lugar de hacerlo con las cerdas adultas.
- Las cerdas suelen recordar a sus antiguas compañeras de corral durante semanas, por lo que se pueden reducir las agresiones alojando en el mismo corral las cerdas que han estado juntas en las gestaciones previas.
- Las cerdas son menos agresivas tras quedarse preñadas que las cerdas en el destete o tras el parto.
- No hay un tamaño ideal de grupo para reducir las agresiones pero en los grupos grandes tiende a haber menos interacciones agresivas que en los grupos pequeños. Además, si hay más espacio, las cerdas atacadas tienen más sitio para retroceder.
En la UE, a partir del 1 de enero de 2013, será obligatorio que las cerdas se alojen en grupo, salvo las 4 semanas siguientes a la inseminación y una semana antes de la fecha prevista del parto.
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