DÓNDE COLOCAR EL SANITARIO FELINO
En un lugar bien ventilado, seguro y accesible. Los excrementos felinos tienen un olor desagradable, como los de la mayor parte de los animales, por lo que el sanitario no debe colocarse en una estancia donde pasemos mucho tiempo como el salón o el dormitorio. Debe ser un lugar fácil de limpiar y desinfectar, con suelos y paredes lisas, sin superficies porosas que capten el olor o que se puedan manchar, como alfombras, moquetas, mármol o madera. Ya que en mayor o menor medida las superficies colindantes se van a manchar de orina, por descuido o mala puntería, o por las patitas mojadas de orina que rascan el suelo o la pared intentando obtener más sustrato para enterrar todo. Las deyecciones no deben estar próximas a los lugares donde se almacenen o manipulen alimentos, por lo que la cocina y despensa no son sanitariamente espacios recomendados.
Los gatos prefieren que el cajón sanitario este en un limite o extremo de su territorio, en un lugar protegido desde el que puedan controlar quien se acerca, mejor bajo que alto, es decir, mejor el sótano que la buhardilla, pero todo es cuestión de gustos, pues hay gatos que defecan en los tejados.
El sanitario debe ser estable por lo que es mejor que este pegado a la pared y preferiblemente en una esquina. Busquemos entonces una esquina en un lugar bien ventilado próximo a la entrada de la vivienda o en el otro extremo de la casa, si no queremos que lo primero que vean nuestras visitas de nuestra casa sea un arenero. En las casas rústicas andaluzas el sitio ideal sería el patio o el Zaguán. Si nuestra vivienda tiene un vestíbulo con escaleras, el hueco de éstas es un buen lugar para situar un sanitario cerrado con puerta basculante, otra opción es al final de un pasillo. Si la casa tiene balcón o terraza se debe tener en consideración que aunque sea un espacio bien ventilado, el sanitario tiene que ser seguro y accesible, por lo que habría que colocar una red protectora para evitar caídas y una gatera o puertecita basculante, para que el gato pudiese salir a voluntad. En este caso tendríamos que optar por un sanitario cubierto para proteger el sustrato de la lluvia y el rocío. Por lo que sin lugar a dudas, los mejores sitios, presentes en la mayor parte de las viviendas, son el cuarto de baño o el cuarto del termo de gas, porque son espacios diseñados para tener una buena ventilación, fáciles de desinfectar, seguros y accesibles.
CUÁNTOS SANITARIOS
Los expertos recomiendan al menos un cajón por gato. No podemos esperar que cada gato use uno en exclusiva, se hace para que tengan suficiente sustrato seco disponible y evitar escenas desagradables. Si sólo tenemos un gato lo ideal es disponer uno en cada zona de la casa, de manera que siempre tenga acceso a uno de ellos, por ejemplo uno en el lavadero y otro en el cuarto de baño de la planta de arriba, así si alguien cierra la puerta del baño para ducharse el gato podrá usar el cajón del lavadero.
CAJÓN O BANDEJA
La elección depende de la edad y costumbres del felino.
Para los gatos menores de tres meses la bandeja es más fácil de usar, porque es más sencillo entrar en ella y por su extensión puede dedicar una zona para orinar y otra para defecar.
Si el gato es de los que disfrutan excavando, lo adecuado será un cajón con las paredes lo suficientemente altas como para impedir que la tierra caiga fuera.
En el mercado hay múltiples diseños, hasta con bordes que se pueden retirar para que los gatitos alcancen mejor.
Si el gato o gata defeca en otro lugar que no sea la bandeja o cajón, consulta con tu veterinario para descartar patologías. La mayor parte de las veces, esto sucede porque el gato o gata quiere escarbar en un sustrato seco y su sanitario está demasiado húmedo para su gusto, por lo que el problema se resuelve buscando un sustrato más absorbente, colocando 2 cajones o limpiando con más frecuencia su sanitario.
SUSTRATOS
En el mercado existen actualmente multitud de marcas que comercializan distintas clases de arena, desde las más sencillas y económicas hasta las más caras y modernas, que incluyen cristales de sílice que absorben los excrementos líquidos y eliminan el olor.
- gravilla simple, genera polvo cuando el gato la remueve y cuando se manipula la bandeja.
- gravilla perfumada, genera polvo igualmente, su perfume puede no gustar al gato.
- arena mezclada con bentonita, una arcilla que sirve de aglomerante y permite que la orina del gato forme un cúmulo sólido que puede retirarse con facilidad.
- perlas de sílice, capaces también de absorber los excrementos líquidos y de neutralizar casi por completo los olores. Apenas producen polvo y aguantan cerca de un mes/gato en la bandeja, siempre y cuando retiremos a diarios las deposiciones. A medida que van filtrando el pis cambian de color, adquiriendo un tono amarillento que nos avisa de cuándo tenemos que renovarla.
- perlas de sílice con bentonita, como la de Friskies que prometen una duración en la bandeja sanitaria de 60 días.
- fibras de madera de distintos árboles, todas ellas recogidas del suelo, por lo que tanto su fabricación como su recogida se realiza de forma totalmente natural. Desprende un olor a madera muy agradable que sirve para tapar la peste que suele desprender el arenero, y además facilita mucho la retirada de los excrementos líquidos, ya que se forma una pasta compacta que puede tirarse directamente al water con una pala, ya que es biodegradable. Esto permite, además, que la arena limpia dure más tiempo en el arenero, con el consiguiente ahorro para nuestro bolsillo. Una de las pocas pegas que tiene es que, al ser más ligera que la arena convencional, suele quedarse pegada en las patas y los pelos del gato, dejando la zona que hay alrededor de la bandeja más sucia que con otros sustratos.
Se emplea una pala calada, este accesorio tiene una gran importancia desde el punto de vista preventivo por evitar la diseminación de parásitos intestinales, ya que la eliminación diaria de la materia fecal recogida de la bandeja corta el ciclo de diferentes parásitos: áscaris, coccidios, toxoplasmas, giardias, etc. Esta labor no debe ser realizada por mujeres embarazadas.
En condiciones normales (un gato usando gravilla), la bandeja se deberá cambiar cada semana, retirando diariamente los desechos sólidos. La mejor forma de colocar la bandeja sanitaria es poner sobre ella una bolsa de plástico cubierta con unas hojas de papel de periódico y sobre éstas una capa de sustrato. De esta forma, cuando haya que cambiarlo, lo envolverás todo en la bolsa y lo tirarás a la basura. Si tu gato odia las bolsas y les hace agujeros vierte el sustrato directamente sobre el recipiente y cuando vayas a higienizar la bandeja prepara una bolsa para echar la tierra sucia, usa guantes y la pala para remover toda la arena pegada al fondo. A continuación, cuando ya no queden residuos sólidos lava la bandeja con agua caliente y un producto higienizante de limpiar cuartos de baño con olor a pino o a mar, enjuágala bien y sécala con papel o al sol antes de volverla a llenar.
COMO ENSEÑAR A UN GATO A USAR UN SANITARIO CON PUERTA BASCULANTE.
Cada caso es diferente, parece que los cachorros aprenden antes, porque son más curiosos y están más dispuestos a innovar. Depende ademas del modelo, dan mejor resultado las puertas translucidas que las opacas. La dificultad va a depender de la desconfianza que le ofrezca al felino la puerta basculante. Por lo que cuanto más joven sea el gato mejor. Todo debe comenzar como un juego, aunque el gato sea adulto. Tenemos que abrir la caja y montar el sanitario cubierto en presencia del gato, debemos parecer muy contentos e ilusionados, y hacer todo cuanto este en nuestra mano para que la nueva estructura despierte su interés. Antes de rellenarlo de arena y de poner la puerta tenemos que conseguir que se meta y que juegue como si fuera una casita, podemos dejar que se divierta con ella uno o 2 días para que se familiarice. Este paso es importante, porque el gato tiene que ver que la estructura es segura, estable, y un buen refugio. No es el transportin de ir al veterinario, es otra cosa, no es una jaula, se puede entrar y salir, esta oscuro pero es seguro.
Cuando nos parezca suficiente sustituiremos el cajón de siempre por el nuevo, lo colocaremos en el mismo sitio, rellenaremos con sustrato sin usar o traspasaremos la arena usada al sanitario nuevo si la ubicación no es la misma, para que el gato no se despiste. Durante unos días, aproximadamente una semana, dejaremos el sanitario felino sin puerta para que entre y salga sin dificultad. Aprovechando las tareas de limpieza cuando toque renovar la tierra, desmontaremos la cubierta y colocaremos la puerta, dejando la cubierta apoyada directamente en el suelo a modo de casita, el 90% de los gatos se meterán solos mientras higienizas la bandeja empujando la puerta. Si el gato se oculta debes enseñarle que con la pata la puerta se puede mover, para ello desde fuera agitas un cordón o pluma cerca de la puerta, para que cace desde el interior. Si ves que le gusta mover la puerta puedes dejar el sanitario ya montado con la puerta basculante. En el caso de que no se meta solo se puede impregnar la puerta con melisa u otra hierba aromática para que al olfatear el gato descubra el movimiento de la puerta. Mediante juegos y premios tenemos que hacer que el gato entre y salga por su propia voluntad por la puerta basculante, hasta que no la use con soltura no podemos colocar la cubierta y la puerta sobre la bandeja sanitaria. Otro truco es colocar mal la puerta basculante durante unos días para que no cierre del todo.
COMO ENSEÑAR A UN GATO A USAR EL WATER
Si el gato usa el inodoro ahorraremos una media de 150 euros anuales, en concepto de arena, ambientadores y productos limpiadores-desinfectantes.
Los gatos pueden aprender por imitación, si el gato es pequeño debes colocar su bandeja cerca del water y permitir que te acompañe cuando lo usas. Si el gato se asoma a la taza para curiosear "tus resultados" no lo asustes y ten cuidado de que no se moje con el agua de la cisterna. Es fundamental que el gato no tema al inodoro. Utiliza el water con normalidad, tira de la cisterna para que quede limpio, pero no lo cierres por si el chiquitin se anima a usarlo. De esta forma, por imitación, han aprendido muchos gatos cuyos dueños no tenía interes en compartir el baño.
Cuando el gato es adulto, no importa los años que tenga, el aprendizaje puede requerir de varias semanas, normalmente entre 6-8, pero si tu gato no usaba el cajón bien esto quizás le cueste más o quizás resuelva el asunto de las defecaciones en las esquinas...
1- Colocar su bandeja/cajón en el aseo que queramos que utilice. Así se familiariza con el entorno y la nueva ubicación de su cajón (2-3 días), se pone lo más cerca del water que se pueda. Durante esta fase el objetivo es que se acostumbre al lugar: cuarto de baño.
2- Colocar el cajón a la altura del water. Se busca un cajón o palangana que encage en el water, si el recipiente es nuevo echar arena usada del cajón de siempre para que localice por el olor el nuevo emplazamiento. (5-7 días). Durante este tiempo el gato se habitua a hacer sus necesidades en un lugar elevado, es muy importante que el cajón este bien anclado, para que la arena no caiga en el inodoro, ni se mueva con los saltos y maniobras del gato. La tapa del water debe sujetarse con cinta adhesiva para que no se cierre accidentalmente. Hay animales más desconfiados que requieren de una modificación paulatina de la altura, para ellos el "ascenso" puede llevar en torno a un mes, cada semana se sube un poquito usando una pila de papel de publicidad, rebistas, ladrillos, etc como alza.
3-Colocar un adaptador casero o comercial, para que el gato se familiarice con el agujero. Se pude hacer el agujero en un cartón duro o plástico. Ya tenemos el recipiente con tierra encajado en la taza del water, sobre el recipiente colocamos el adaptador y luego la tapa intermedia. Recordemos que la tapa de cierre tiene que estar bien asegurada para evitar sustos. El objetivo de esta fase es que el gato aprenda a apuntar y a arrojar sus excrementos desde lejos. Cuando el gato vea que los excrementos se alejan de él les arrojara tierra, pero poco a poco, día a día, irá superando la necesidad de enterrar.
Este es un adaptador para que el gato aprenda a usar el water, se compra en las tiendas de "chinos" es el mismo que se usa para que los niños no se cuelen por la taza cuando son chicos. El adaptador se coloca en su bandeja/cajón de siempre para que aprenda a "hacer puntería".
http://www.servicat.es
El problema del adaptador comercial para gatos es que se coloca directamente en la taza y si el gato es concienzudo llenará de piedras la taza que tendremos que extraer para evitar atascos. En esta fase se puede emplear como sustrato la fibra de madera que hemos mencionado anteriormente que puede desecharse sin problemas por el water.
4- Quitar la tierra. En el metodo casero de la palangana encajada en la taza del inodoro, llegados a este punto retiramos la tierra y la sustituimos por agua. Esta fase es la más critica, los gatos odian las salpicaduras de agua. Podría darse el caso de que el gato decida buscarse otro lugar para hacer sus necesidades, por lo que si el problema esta en las salpicaduras y no hay peligro de que nuestro gato caiga al water, podemos retirar el recipiente y dejar solo el adaptador.
5- Ampliar el orificio. El objetivo de esta fase es que podamos retirar el adaptador para que el gato se apoye directamente sobre la tapa intermedia. Poco a poco se agranda el agujero del cartón o si hemos optado por el metodo comercial vamos retirando aretes, esto nos llevará unas 2 semanas, hasta retirar el adaptador por completo.
Cada gato tiene su ritmo es como enseñar a un niño a dejar los pañales, es cuestión de paciencia y de refuerzos positivos como cariños y felicitaciones.
Esto no es lo último en urinarios para gatos, son los water que usan los japoneses, que ahora gracias a internet podemos conseguirlos y colocarlos en nuestros criaderos y domicilios, para desconcierto de nuestras visitas...Que el gato aprenda a usarlo no es complicado, a los humanos les da mucha más desconfianza este chisme.
Cómo hacer un mueble para el arenero:
