Filtros Palacios, compañía fundada en 1997 que se ubica en el Polígono Fuenteciega, en Haro. Tiene 28 trabajadores en plantilla y ha sido capaz de dar con la posible solución a la plaga que sufren los agricultores arroceros. Su director, Rafael Palacios, anunció ayer la venta de uno de sus equipos a una administración pública «que no quiere revelar».
Palacios presume de poseer la patente de un «equipo con sistema de autolimpieza a presión», unas placas metálicas perforadas de dos milímetros de grosor que impiden el paso a cualquier elemento que no sea agua de riego. Las chapas son capaces de filtrar hasta tres metros cúbicos por segundo. Además, dijo Palacios, resulta ser el primer remedio existente a la expansión del caracol manzana que respeta el ecosistema medioambiental.
Los equipos de Filtros Palacios se colocarían en los canales de abastecimiento del delta, en los de desagüe y a la entrada y salida de agua de todas las parcelas. Esteban Velasco, ingeniero de automatización de la empresa, explicó que la supervisión de los equipos se realizará a distancia, desde las instalaciones de Haro. La compañía no se encargará de la retirada del material acumulado frente a los filtros, dado que, según Palacios, las comunidades de regantes del delta ya disponen de máquinas y vehículos para esta labor. Palacios aseguró además que la instalación de los filtros se llevará a cabo a principios de septiembre. El coste de la totalidad del equipo irá de los 80.000 a los 300.000 euros en función de las unidades encargadas, aunque el modelo más sencillo del filtro vale, por separado, 600 euros.
Un vivero instalado en el término municipal de L'Aldea (Tarragona), podría ser el posible causante de la plaga. En 2009 este pequeño negocio «dejó escapar» un número indeterminado de ejemplares de caracol manzana. A fecha de hoy, ningún país afectado ha logrado erradicar el caracol manzana.
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