12 de febrero de 2013
El cocodrilo de agua salada más grande de entre los que viven en cautividad, de más de seis metros de largo y una tonelada de peso, ha muerto en Filipinas a causa de problemas estomacales. Lolong (en la imagen), que así se llamaba este reptil capturado en septiembre de 2011 en la provincia filipina de Agusa, fue hallado muerto el pasado domingo boca arriba y con la panza inflada.
El Libro Guinness de los récords declaró el pasado año a este cocodrilo de 6,4 metros de longitud y 1.075 kilos de peso, el más grande de entre los que están cautivos. El reptil era una estrella antes de ser reconocido con el récord al tratarse de una atracción en la ciudad de Bunawan, en el sur de Filipinas. Más de 100 personas participaron en la captura y transporte a tierra de este ejemplar, que desde hacía algo más de un mes padecía una gradual decoloración y pérdida de apetito. El alcalde de Bunawan, Edwin Elorde, dijo al diario Philippine Daily, que los veterinarios examinarán al animal para determinar la causa de su muerte y que confía que se pueda disecar para exhibirlo en el museo local.
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