NUESTRO PICHÓN

El martes día 6 cuando iba hacia el trabajo, pase caminando por lo que llamamos la Plazoleta de la Petanca.

A los pies de la cruz había una paloma muerta. Senti la típica curiosidad por conocer la causa de su fallecimiento, eso que impulsa a  los médicos y veterinarios a observar un cádaver, me acerque para echar un vistazo y sorpresa: aún estaba viva. La recogi con cuidado del suelo y le quite las hormigas. Esta vez no hay duda de que el pichón necesitaba ayuda. No ha sido un secuestro, porque su padre/madre/tutora estaba realmente muerta a unos 5 metros.

El pichón que yo tenía en mis manos tenía un enorme hematoma en el ala. Y la que yacía en la acera parecía haber tenido una hemorragia por ojos y pico. O las habían envenenado con una cumarina o golpeado. Y por la situación de los cuerpos y la edad de las criaturas, o las habían atropellado al salir volando desde la fuente o alguien las había pateado. En cualquier caso, el accidente no ha sido natural.

Siguiendo mis propias instrucciones me puse a buscar una caja, pero sorprendemente en el trayecto no encontre ninguna, hasta los contenedores del puerto estaban vacíos.

Nuevamente llegue al trabajo con un pájaro en la mano y tuve que pedir en administración otra vez que me vaciasen una caja de folios. "Una caja para la ecologista... ", dijeron.

El pichón tiene un fuerte traumatismo lateral que ha interesado a un ala y a una pata. El propio pichón se retiro las plumas de las áreas afectadas, el traumatismo no presenta soluciones de continuidad, es decir, no hay cortes, pero ha afectado a nervios, musculatura y estructuras óseas, así como a los organos internos de la región. Todo el mundo preguntaba si volvería a volar, pero lo primero es que sobreviva por las lesiones internas. El pichón estuvo muchas horas sin defecar y eso en un pájaro no es nada bueno.  Pero ya lleva una semana hospitalizado y va mejorando.

La alimentación hasta el miércoles fue a base de papillas con sonda, el jueves comenzo a comer mixtura de canarios y hasta el domingo le he estado ayudando con algo de papilla para administrarle la medicación. El domingo intento rascarse la cara con la pata lastimada y esta mañana he visto que no la lleva tan recogida, las plumas le están volviendo a salir así que parece que vivirá, el ala y la pata tienen riego, pero aún es pronto para saber si los nervios motores se recuperarán.