Fuente: EUROXPRES, 23/09/2011.
 La Comisión Europea ha dado dos        meses de plazo a España para que corrija las deficiencias que hay en la        aplicación de la normativa europea sobre bienestar animal. No se cumple lo        establecido para proteger a los animales en el momento de su sacrificio,        ni la legislación en materia de alimentos, ni en lo relativo a salud        animal. Si el gobierno español no subsana esas deficiencias en el plazo        establecido, el asunto podría llegar al Tribunal de Justicia de la !        UE.
Según explica la Comisión Europea, en varias auditorías        efectuadas en España por la Oficina Alimentaria y Veterinaria se        observaron graves deficiencias sistemáticas. Fallan los métodos, los        equipos, las inspecciones, las medidas correctoras y las sanciones que        deben imponerse ante las infracciones.
Pero además se han observado        incumplimientos en dos normas comunitarias concretas: la directiva sobre        prácticas de sacrificio para minimizar el sufrimiento de los animales y el        reglamento que establece las normas para verificar el cumplimiento de la        legislación sobre piensos y alimentos y la normativa sobre salud animal y        bienestar de los animales.
La Directiva comunitaria establece que        no se causará a los animales agitación, dolor o sufrimiento evitables        durante las operaciones de sacrificio y matanza, u otras relacionadas, ni        en los mataderos ni fuera de ellos. Esta norma general se aplica a las        operaciones de desplazamiento, estabulación, sujeción, aturdido,        sacrificio o matanza. Los mataderos deben estar construidos y equipados de        forma que se ajusten a dicha norma. El personal encargado del sacrificio        debe tener la aptitud, la destreza y los conocimientos profesionales        necesarios. A los animales se les debe aturdir antes de su sacrificio, o        dar muerte de forma instantánea.
El reglamento correspondiente        establece normas generales para la realización de controles oficiales a        fin de comprobar el cumplimiento de las normas orientadas, en particular,        a prevenir, eliminar o reducir los riesgos para las personas y los        animales, a garantizar prácticas equitativas en el comercio de piensos y        alimentos y a proteger los intereses de los consumidores. Establece        asimismo la obligación de que las autoridades nacionales llevan a cabo las        inspecciones, adopten medidas correctoras e impongan        sanciones.     

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