miércoles, 21 de marzo de 2012

Los "terceros países" temen al Virus de Schmallenberg

En 2011, Uruguay importó un total de 65.626 dosis de semen proveniente de Francia, Italia, Holanda, Inglaterra, Dinamarca, Suecia, Alemania y España. El mayor volumen importado correspondió a semen de ganado lechero Holando, procedente de Holanda.

Según estudios que se están procesando en la UE, “existiría riesgo de trasmisión vertical (de madre a hijos) de la enfermedad, así como a través del semen y de embriones”.

La oficina del MGAP informó que se encuentra en proceso la evaluación del riesgo sanitario por parte de los expertos veterinarios de la DGSG, en virtud de lo cual no existen garantías suficientes para autorizar el ingreso a territorio uruguayo de material genético de las especies que son susceptibles a la enfermedad y que aseguren el mantenimiento del estatus sanitario del país.

La resolución de la DGSG considera necesario proteger la situación sanitaria de Uruguay al asegurar que los productos que ingresen al país reúnan la calidad adecuada y no impliquen riesgo sanitario.

Considerando que la UE se encuentra desarrollando estudios relativos a las características epidemiológicas de la enfermedad, con el fin de instrumentar medidas efectivas de diagnóstico y control, el MGAP resolvió suspender transitoriamente el ingreso al país y tránsito de material genético de especies susceptibles al virus de Schmallenberg proveniente de países afectados por la enfermedad. Únicamente se autorizará el ingreso de material genético que haya sido colectado con anterioridad al 1° de mayo de 2011. 

Cómo afecta la enfermedad

Según un trabajo realizado por Horacio Vautier para la revista digital Animales XXI, de España, la enfermedad causada por una nueva variante del virus de la lengua azul hizo su presentación entre agosto y setiembre de 2011. Afectó a vacas lecheras en el estado de Renania del Norte, Alemania.

Los animales presentaron síntomas inespecíficos que a los pocos días se caracterizaban por fiebre superior a 40 °C, pérdida de apetito y condición corporal y reducción en la producción láctea al 50%. En el caso de los animales gestantes el virus se transmite por vía transplacentaria, ocasionando malformaciones e incluso abortos. 

A mediados de febrero, la OIE reunió a un grupo de expertos y concluyó que el riesgo para la salud humana es insignificante. También han determinado que el virus de Schmallenberg tiene un período virémico corto (tiempo durante el cual el virus circula y se reproduce en el flujo sanguíneo del animal infectado) y que probablemente se transmite por medio de vectores como los mosquitos o moscas mordedoras, al parecer de modo similar a la transmisión del virus de la lengua azul. 

Además, han evaluado el riesgo de posible propagación de la enfermedad a través de los intercambios comerciales. “En lo que se refiere al comercio de carne y leche, los expertos concluyeron que este riesgo es insignificante”, dijo la OIE.

Una rápida propagación.

La enfermedad de Schamallenberg, que afecta especialmente los niveles de producción de diferentes razas ganaderas, fue reportada en diversos países europeos tras una rápida propagación que abarcó a animales de razas bovinas, ovinas y caprinas, según publicó la revista digital Animales XXI. Hasta el 20 de febrero pasado, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Reino Unido y Francia, habían reportado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) 363 focos, que afectaron 1.567 ovinos, 12 bovinos y 15 caprinos. 



Desde la Argentina, en tanto, a través del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) se dispusieron nuevas exigencias sanitarias de carácter precautorio para la importación al país, de material genético bovino proveniente de los estados de la Unión Europea (UE).

Desde Rusia, afirmaron que Bruselas no respondio a la petición de Moscú de información sobre las medidas adoptadas para frenar la propagación del virus y los resultados de las investigaciones realizadas en los animales afectados. Moscú también acusa a los veintisiete países europeos de no garantizar la seguridad de las cabezas de ganado que venden al mercado ruso y de violar abiertamente el reglamento de exportación de cerdos vivos.

Por todo ello, las autoridades veterinarias rusas han invitado a Moscú a sus colegas europeos para abordar la situación creada y los futuros pasos a tomar para solucionar el problema. Rusia, que ya impuso restricciones a la entrada de los animales más jóvenes, amenazó a principios de año con prohibir la importación de todo el ganado vivo europeo para evitar la expansión de la epizootia a su territorio si la UE no tomaba medidas urgentes.

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