martes, 11 de diciembre de 2012

Vientres de alquiler para salvar la cabra blanca andaluza


La Universidad de Huelva (UHU) se ha convertido en la última esperanza de la cabra blanca andaluza, una especie amenazada por otras razas que ofrecen mejores oportunidades comerciales. El científico Luis Ángel Ángel Zarazaga dirige un proyecto de investigación enfocado a la recuperación de la raza caprina blanca andaluza que, aún cuando todavía se puede localizar en algunos puntos de Córdoba, Sevilla y Huelva, figura en el catálogo de razas autóctonas en peligro de extinción. No es una variedad especialmente rentable ya que es débil en recursos lácteos y esa quizá sea una de las razones por la que los ganaderos optan por otro tipo de cabras. Sin embargo, pese a este obstáculo, Zarazaga entiende que junto al elogiable intento de que la blanca andaluza no desaparezca, sí se le puede obtener rendimiento cárnico con la prolongación de sus períodos de celo y consiguiente incremento en el número de partos.
El trabajo se enmarca en el Proyecto de Conservación de Razas Autóctonas, una convocatoria del Instituto Nacional de Innovación Agraria y ya va por su tercer año. La labor prioritaria es generar embriones de blanca andaluza y usar hembra de otra raza —payoya— como vientres de alquiler. Para lograr su objetivo, el investigador de la UHU está creando tanto un banco de esperma como otro de embriones. Así trabaja con inseminaciones artificiales en animales donantes de embriones (hembras de raza blanca) y receptores (otras razas). El investigador debe calcular de manera exacta el día de celo en que se le extrajo el embrión a la hembra blanca andaluza para que coincida con ese mismo día de celo en la hembra receptora, tras un tratamiento hormonal de súper ovulación que se le ha aplicado a la primera. Si de manera natural una hembra produce de 1 a 3 embriones, la implantación supone subir a 10 o 15 con el propósito de incrementar las posibilidades de éxito que se sitúan entre el 40% y el 50% de los embriones implantados. Aunque se opte por otra raza como vientre de alquiler, el uso constante de ésta garantiza que a la sexta generación, las payoyas parirán chivos blancos andaluces de pureza completa.
Este proyecto se encuentra íntimamente ligado con otro en el que Zarazaga también trabaja. Se trata del grupo de Tecnología de Reproducción Animal, cuyo responsable es el también profesor de la UHU, José Luis Guzmán y en el que también participan investigadores de la Universidad de Sevilla y que responde a una convocatoria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Este estudio busca prolongar los períodos de celo de la cabra, con el objetivo de aumentar el número de partos. La fase reproductora de la cabra es muy estacional centrándose en el período del año en que los días son más cortos, es decir, otoño e invierno. De ahí, que se pretende superar esas fases plenamente naturales. 

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