lunes, 22 de agosto de 2011

Juan Manuel Blanco habla de María Airam

Fuente: rtve

Juan Manuel Blanco mantiene una relación especial con el pollo, que come de su mano cuatro veces al día, “conejo y rata recién muertos, para que no se alteren sus vitaminas”. El especialista crea así un vínculo especial con este animal, que está destinado a permanecer en cautividad el resto de sus días.

En la naturaleza, un individuo más no supone nada estadísticamente. Si a eso le unes que el 80% de las águilas mueren antes de los cinco años, por electrocución, venenos y otras causas, sería como enviarla al matadero cuando en cautividad sirve para muchísimo más”, apunta Blanco.
La madre de María fue inseminada artificialmente y puso tres huevos, de los cuales uno era fértil. “Inmediatamente se lo retiramos a la madre y se lo dejamos a una pareja de águilas reales para que lo incubara”, afirma el veterinario.

El hecho es que no había ninguna certeza de que la madre biológica fuera a realizar la incubación de modo correcto y en el centro hay parejas de águilas que ya han probado que saben hacer bien este trabajo.

Poco antes de eclosionar, el huevo fue retirado y depositado en una incubadora, el lugar donde María vio la luz. “Es como un parto, el momento más duro y difícil; todos los errores que hayas podido cometer durante la incubación salen durante la eclosión”, asegura Juan Manuel Blanco, quien recuerda que hace años llegaron a rozar el éxito, pero el huevo fértil de águila imperial que habían logrado no llegó a eclosionar.

Desde entonces, el polluelo no ha hecho más que crecer a un ritmo vertiginoso. Con 70 días de vida, María pesa ya 3,700 kilos y prácticamente ha alcanzado su tamaño de adulto. Pronto volará aunque todavía se desplaza con pequeños saltos que cada vez alcanzan mayor londitud.

“Las rapaces tienen un crecimiento rapidísimo; no sólo físico, también mental. Ahora, y hasta los 140 días, está en el inicio de la pubertad, que mantendrá hasta los dos años, cuando ya empiece a estar en condiciones de reproducirse”, asegura el veterinario.

 Los técnicos del CERI esperan que en torno a los dos o tres años, María pueda poner huevos fértiles. Entonces sí, serán sus descendientes los que incrementen el mengüado censo de esta especie, 283 parejas en todo el mundo, todas en la Península Ibérica y la inmensa mayoría en España, donde se conformaron como especie tras la última glaciación gracias al conejo ibérico, su principal fuente de alimento.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-hombre-y-la-tierra/hombre-tierra-aguila-imperial-especie-peligro-critico-extincion-felix-rodriguez-fuente/743814/

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