miércoles, 17 de agosto de 2011

NUESTRO GURRIATITO

Esta con nosotros desde el 9 de agosto. Por la coloración aún no se sabe si es chico o chica.


 Tiene una simpática crestita y esta totalmente emplumado. Es de lo más bonitos que hemos encontrado. No come solo aún.

En el fauna-box no se movía nada, así que el día 13 lo pasamos a una jaula para roedores por tener más juntos los barrotes y porque nos pareció bonita y amplia para ejercitar las alas.

El día 16 por la mañana tuvo una crisis, esa noche hizo mucho calor y creemos que como se había dormido pronto el día anterior, el ayuno y el calor le provocaron una  hipoglucemia.

El día 18 por la mañana otra, y le pusimos Lazaro, por resucitar, cuando lo atendi estaba ya bocarriba, estirando las patas. Sabemos que era macho porque tenía las plumillas negras del pecho.

Hoy 20 de agosto Lazaro nos ha dejado. La muerte de un gorrión es algo tristisimo. Como decía una antepasada "unos días se gana y otros se aprende". Lo que he aprendido es que Lazaro tenía unos requerimientos energéticos superiores a los de otros gorriones, en su ración no había suficiente energía como para soportar estas calurosas noches. Él era un gorrión portuario criado a base de dátiles y lixiviados de marisco. Preparar un concentrado enégetico de poco volumen que pasase por la jeringa ha sido lo complicado, pero en este caso el factor catastrófico real ha sido el caracter del gurriato, parecía muy tranquilo, se dejaba coger y siempre abría el pico al ver la jeringa, pero aunque parecía calmado en el fondo estaba estresadisimo. Tanto que desarrollo una infección en lengua y faringe, tenía toda la boquita llena de placas. El estres baja las defensas y entonces hasta la bacteria más tonta puede provocar la muerte. Desde el día 16 aunque el gurriato quería comer no podía tragar bien, el día 18 ni siquiera se podía embuchar por la inflamación, la gentamicina y el metronidazol sirven para estas infecciones, pero como estaba todo tan inflamado que apenas podía respirar le di corticoides, lo justo para que pudiese tragar y respirar...y con los cuidados intensivos ha estado 4 días más, y ayer mismo hasta el mediodía estuvo en su palito. Si hubiese tenido unas reservas, un pelín de grasa, y no hubiese hecho tanto calor ayer, quizás la historia hubiese tenido el final feliz de ser liberado. Al menos se ha intentado, es muy dificil ir en contra de la selección natural... Y ahora toca desinfectar todo y hacer una sonda nueva para que el próximo no se vaya a reinfectar.

Lazaro fue mi inspiración para escribir "Salvando pajaritos" y espero que los consejos os sirvan para ayudar a otros pollitos.

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